 |
Información del texto abajo. |
La gente no sabe leer rostros, solo sabe mirarlos.
Son como libros, dicen tanto... PERO CUIDADO, después de un rato esos rostros-libros no hablan de la otra persona, sino que empiezan a hablar de nosotros mismos, 5 o 10 minutos después sus rostros hablan de lo que nosotros provocamos en ellos. Si a partir de ahí vemos cosas ¿feas? Esas cosas SON NUESTRAS, nuestro interlocutor solo nos esta devolviendo LO QUE NOSOTROS LE ESTAMOS GENERANDO.
Los rostros ajenos son libros muy interesantes, el primer capítulo siempre habla de ellos. A aprtir del segundo capítulo habla de nosotros... Y es un hecho comprobado que MUCHA GENTE no quiere conocerse, no quiere descubrirse, por temor a lo que puedan encontrar, temor a verse.
Es extraño. Es como si te sintieras muy mal y fueras al médico con la esperanza de que él no descubra la causa de tu enfermedad ¿No es ilógico? ¿Tratar de seguir enfermo teniendo la cura a tu alcance?
Para eso sirve descubrirse, para liberarse de nuestras enfermedades, y para eso sirven los rostros
ajenos, para leernos y descubrirnos...
¿Y...? Por favor ¿Me dejarías leer tu rostro...? Te necesito para conocerme a mi mismo y asi entenderme y entenderte mejor...
El texto sobreimpreso en la imágen es del libro "Ética para Amador" de Fernando Savater.