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sábado, 19 de enero de 2013

La Fragilidad de la Dureza

flor_en_la_tormenta
done todo es arrasado, ella perdura...

Frágil como una flor, así de dulce, así de sencilla, así de bella, así de tierna. La brisa puede mecerla a su voluntad, no se si porque no quiere o porque no puede evitarlo.
El sol es su vida, disfruta de su presencia tanto como el sol de contemplarla a ella.
Así de frágil es la flor que mas honro mi jardín.
Pero la brisa se vuelve huracanada y el sol queda oculto tras negras nubes de una tormenta que parece dispuesta a arrasar todo a su paso.
Y ahí es cuando veo su fuerza…
La flor que se mecía en la brisa ya no añora al sol ni a la brisa, desafía a las negras nubes, a la lluvia torrencial, al viento que en torbellinos arremete contra ella.
¿Es la misma frágil flor que honro mi jardín?
Mas parece a un gladiador enfrentando a los últimos leones que dejo vivo en el Coliseo.
Pero es ella, la reconozco por su aroma, su belleza, su esbeltez…
La tormenta pasa, el viento se apacigua, el sol de a ratos asoma entre las nubes como guiñándole un ojo por su travesura, la brisa vuelve a mecerla ¿O es ella quien vuelve a mecerse con la brisa?
Así pasa ella sus tormentas. Puede salir golpeada pero no le importa, cura sus heridas y se vuelve a levantar, y vuelve a mostrarse en toda su fragilidad como un monumento para que nadie olvide que ahí, donde todo fue arrasado, ella enseño a perdurar.
Si, así es la flor que mas honro mi jardín.
Tan delicada como el cristal y templada como el mejor acero de Toledo.
Tan frágil y tan dura, porque quiere o porque puede, así es ella.