Siempre tuve la capacidad de perdonar. No siempre en realidad, eso lo aprendí de mi madre cuando fui a vivir con ella después de la separación de mis padres.
Pero hay dos cosas que nunca pude hacer, y es extraño que una sea pedir perdón ¿Por qué no puedo hacer lo que me resulta fácil aceptar que otros hagan? De hecho muchas veces perdono sin que me lo pidan y sin que la otra persona se entere: YO perdono, lo que "arreglo" es entre ese problema y yo, mas de una vez me encontré habiendo perdonado a alguien sin haber vuelto a ver a esa persona en años.
Y ahí viene la segunda cosa que no puedo hacer: Perdonar a mi padre.
Él me enseño como duelen las mentiras, la discriminación, las estupidez de vivir con miedo. Por no seguir su ejemplo aprendí a no decir (ni creer) que los que no piensan como yo son idiotas, aprendí a respetar, aprendí que nadie tiene derecho sobre nadie, y que si se da una orden se recibe una responsabilidad y que esa responsabilidad esta por encima de la orden siempre...
Aún así una gran parte de mi forma de ser es por él, ya sea por lo bueno que aprendí o por lo malo que decidí descartar. También le debo la vida (dato no menor...), la educación, y algunas otras pocas cosas buenas... Ni siquiera tengo grandes y/o hermosos recuerdos de mi infancia con él, sí recuerdo muy bien cuando hacía de mensajero entre él y mi madre cuando estaban peleados y cosas del estilo (aveces me pregunto si tuve o no una infancia feliz, o si tuve infancia al menos!!!!)
También es extraño que escriba esto justo hoy en el día del padre, porque no lo escribo por celebrarse hoy su día sino porque leí un supuesto poema de Borges (1) que habla sobre las cosas que uno va aprendiendo en la vida, y una de ellas es perdonar, y cuando hoy salí a andar en bici tenía esa idea en la cabeza todavía.
Justo hoy, en tu día papá, justo hoy me doy cuenta que llevo toda una vida sin poder perdonarte.
