Todo está en calma ya.
El ojo del huracán siempre da un respiro, tiempo para tomar fuerzas y prepararse para el segundo round ¿Será mas o menos fuerte? Depende si los vientos crecen o no, depende de las energías que hayamos gastado en el primer round, de las condiciones en que quedó nuestro refugio...
Sentado en el ojo del huracán, fumando un cigarrillo, miro el desastre a mi alrededor. Ese cuadro no estaba ahí, ni siquiera sabía que estaba ¿Será mío o lo trajo el viento? Miro el humo de mi cigarro subir en volutas y me pregunto a dónde irá a parar. Se que no tengo tiempo pero como tampoco hay opción, mejor no perder la calma y guardar mis energía para mas tarde.
Las paredes parecen que están bien ¿Y el desorden? Confieso que nunca me molesto en realidad, solo que ahora no se dónde están mis cosas ¿De quién es este cuadro? ¿Dónde están los míos?
Vuelvo a mirar el humo del cigarrillo. Ahora se disipa rápidamente y el viento que crece aviva la brasa que se vuelve de un rojo intenso como el ojo de un animal enfurecido. Pero no es el ojo de un animal, es el ojo del huracán que se está yendo para dar paso al segundo round, que también parece viene enfurecido.
Calculo que hasta el próximo mes no los veo (ni eso se) pero solo es un tornado mas. ¿Alguien me dijo que para pelear hacen falta dos??? Algunas veces si, otras veces no.
A mi me alcanza con sentarme a esperar, fumando un cigarrillo...
